Las calles de Alcoy en el siglo XIX (III)

Esta es la octava entrega de la serie de publicaciones sobre el Proyecto de Ensanche y Rectificación de Alcoy de 1875. Si no has visto las anteriores, aquí las tienes:

  1. El Plano de Alineaciones de Alcoy de 1849 y sus antecedentes
  2. Proyecto de Ensanche y Rectificación de Alcoy: los planos
  3. El Plano General de Ensanche de Alcoy (I): el Centro Histórico
  4. El Plano General de Ensanche de Alcoy (II): Santa Rosa

En esta entrada vamos a ver las calles que se formaron entre las de San Nicolás y San José cuando la ciudad salió por primera vez de su recinto medieval allá por el siglo XVI. Estamos hablando de las calles San Francisco, el Tap, Santa Rita y San Mauro.

Calle San Francisco

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Esta calle, que fue una de las más importantes de la ciudad hasta hace no mucho, nació como ya hemos comentado en el siglo XVI, cuando se fue creando el llamado Raval Nou. En este nuevo barrio se instalaron las clases más pudientes, que buscaban un nuevo espacio donde residir. La calle tomó el nombre del convento de los Franciscanos que se ubicó más tarde en su parte alta.

La Plazuela de San Mauro

Así es como se denomina en el año 1875 a la actual Placeta de la Creu Roja. En el año 1849 no se le da nombre, indicándose solamente con el letrero de «Plazuela». En este espacio al final de la calle San Francisco estaba situada la antigua Parroquia de San Mauro y San Francisco, que podemos ver en el plano de 1875. Lo único que llama la atención sobre la Parroquia en este plano, es la existencia de unas escaleras para acceder por una puerta lateral a la iglesia. Estaban ubicadas más o menos en el mismo sitio que las que existen ahora, excepto que al estar junto a una esquina de la fachada, solamente tenían entrada por un lado, no como hoy, que se puede entrar por derecha e izquierda.

En esta plaza también encontramos una pequeña fuente junto a lo que fue la fábrica de José Verdú Candela, y la cual ya mencionamos en el apartado de la Calle San Nicolás. Esta fábrica aparece en el plano de 1849 como «Horno del Real Patrimonio«, dibujado en lápiz. No sería hasta unos años despúes en que se convertiría en fábrica de paños, propiedad de José Verdú. Joel García Pérez en su libro «Arquitectura Industrial en Alcoy. Siglo XIX» nos da bastante información sobre esta industria.  Nos dice, por ejemplo, que ya en 1869 el señor Verdú pidió permiso para establecer una máquina, preocupándose también por la distancia a las casas de alrededor, aunque finalmente el Ayuntamiento no tomó ningún acuerdo a la hora de darle la licencia.

Sin embargo, la fábrica se levantó igualmente en el año 1870, según se detalla, como «reedificación de su casa horno de pancocer», que debía ser el Horno del Real Patrimonio que vimos antes. Las primeras quejas por esta construcción fueron por «ocupar parte de la vía pública«, cosa que es cierta en parte. Antes de comenzar la edificación, la forma de la plaza era algo distinta a la actual. En las siguientes imágenes se puede apreciar una comparativa aproximada:

  • fabrica-verdu-candela-antes-1870
  • fabrica-verdu-candela-1870

Como se ve, la modificación de la línea de fachada quitó algo de espacio a la vía, por la parte más cercana a la Plaza Ramón y Cajal, pero le dio más amplitud a la actual Placeta de la Creu Roja, además de haber rectificado la trama en ese lugar.

El edificio que hace esquina entre las plazas de Ramón y Cajal y de la Creu Roja fue parte de dicha fábrica, solo que hasta la altura del primer piso. En el plano de F. Coello de 1859 se llama a la placeta en la que está ubicada «Plaza de la Fábrica», debido a la existencia de esta industria. Joel García también aporta un plano del interior de la fábrica en el que se detallan cada una de las salas y su función, así como la extensión de la industria más allá del edificio, y dentro del patio de la manzana.

Conflicto con las alineaciones

Distintas alineaciones de fachada

A esta calle, como a todas las demás, le fue asignada una nueva alineación en el año 1849 por el arquitecto Jorge Gisbert. Sin embargo, esta modificación no estuvo exenta de problemas. Como nos cuenta Cortés Miralles en su libro Crecimiento Urbano de Alcoy en el siglo XIX, en el año 1855 un vecino pidió autorización al Ayuntamiento para realizar obras en la casa número 29 de esta calle, que no estaba alineada con respecto al nuevo plano. De todas maneras, Rafael Masiá, maestro de obras interino en ese momento, autorizó la reforma de la casa.

Unos meses más tarde, unos vecinos de la calle pidieron que se revisara y rectificara la alineación propuesta en 1849 por Jorge Gisbert, a lo que los maestros de obra respondieron que no se debía variar, teniendo que retirarse la fachada del número 29 que se acababa de reformar. Por otro lado, la llamada ‘Comisión de Policía Urbana’ opinó que, siendo la calle San Francisco de las más rectas de la ciudad, sería más sencillo simplemente unir los extremos de la calle y esa sería la nueva alineación. De esta forma, la casa número 29 no debía volver a alterarse, y de esta manera perjudicar menos a los propietarios.

El Ayuntamiento aprobó finalmente esta solicitud, que envió al gobernador provincial para que la verificara. Después de una primera negativa del gobernador, argumentando que él no tenía poder para autorizar dicho cambio, el Ayuntamiento insistió, y acabó levantando un nuevo plano de la calle con la nueva alineación, que data de octubre de 1855.

Calle de San Mauro

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Esta es la primera calle transversal a las de San Nicolás y San Francisco que nos encontramos si salimos desde la Plaza de España. Como el resto del barrio, nació en el siglo XVI como parte del barrio en el que se comenzó a ubicar la clase alta de la ciudad, alejándose del casco medieval. En el siglo XVIII se comenzó a construir hacia la calle de San José (entonces de la Vía Sacra), teniendo que derribar la pared que cerraba la calle por esta parte, en el año 1751. De hecho, esta orden sería la primera acción relacionada con la ordenación del crecimiento urbano en la población.

Edificios importantes

Esta calle sí albergó algunos edificios importantes, siendo uno de ellos el Casino Alcoyano. Este estaba situado en la esquina con San Nicolás (nº 2 en el plano de 1875), y era un lugar de reunión de la alta sociedad alcoyana en el siglo XIX. A continuación cito textualmente de la Guía del Forastero de José Martí (1864):

Esta sociedad, reorganizada en 1849 bajo la presidencia de D. Juan Rico y Amat, entonces jefe civil de Alcoy, consta actualmente de más de doscientos socios. Su objeto es fomentar el espíritu de asociación, generalizar la buena educación y difundir el cultivo de las artes y las ciencias; proporcionando a la vez útiles y decorosas diversiones. El artículo 4º de su Reglamento prohíbe toda discusión, en el local, sobre asuntos políticos y religiosos.

Consta como presidente de la Junta Directiva en 1864 D. Pedro Cort Claur, hijo de Pedro Cort Perotín, industrial e inventor alcoyano; y como vicepresidente, D. José Samper de las Casas, noble y terrateniente que cedió numerosos terrenos para el ensanche de la ciudad.

Fuente: Museu Arqueològic Camilo Visedo

El otro edificio importante que alberga la calle de San Mauro es (aunque su entrada se encuentra en la calle San Francisco) la llamada Banca Vicens. Esta entidad bancaria fue fundada por Antonio Vicens en 1848, y estuvo situada en la calle San Francisco nº 10. En la parte trasera de la vivienda existe una especie de pequeño patio o jardín, que podemos ver en el plano de 1875, y hoy en día paseando por esta calle. En el muro que cierra este patio vemos una puerta metálica que de acceso a este espacio. El edificio que podemos ver hoy en día fue construido en 1881, con fachada a las calles San Francisco y San Mauro, hecho todo de sillería. La Banca Vicens cerró al terminar la Guerra Civil, pero el edificio ha sido restaurado para albergar hoy la sede de la Cámara de Comercio.

Por último, y aunque no se trata de un edificio importante, sino más bien un detalle curioso, veamos esta fotografía de los años 50:

Está tomada desde la calle San Francisco hacia la calle San Nicolás, y en esta escena hay una persona regando el firme de la calle para que no se levante polvo (aún no está asfaltada). Lo más curioso de la imagen es el primer edificio que vemos a la derecha. Se trata del que hace esquina con San Francisco, y de hecho tiene su entrada por esa calle, el número 15 (e incluso el 17). Al observarlo, podemos ver que tiene un piso de altura, y está construido con sillares en sus cimientos. Su forma no corresponde con el resto de edificaciones de la calle, que son representativas del urbanismo decimonónico que se dio en Alcoy: edificios con fachadas estrechas y pisos lo más elevados posible para dar cabida a más familias obreras y los muros hechos de tapial o tierra compacta en algunos casos.

Esta casa parece ser anterior a todo ese tipo de construcción, se pueden ver los sillares en la esquina a la derecha de la foto, y la ventana que da a la calle San Mauro, rodeada igualmente por bloques de piedra. ¿Puede ser que esta construcción sea un ejemplo del estilo de edificación que se empleó en este barrio en los siglos XVII y XVIII? Sabemos que muchos de los edificios ampliados en el siglo XIX partían de otros construidos anteriormente, de menor altura. Es posible que esta sea la imagen que tenían esos edificios antes de ser elevados en altura, reformados por sus fachadas y divididas sus parcelas para construir más.

Del Globo al Avión

Un último detalle con respecto a esta foto, que apenas se puede ver, pero arriba de la imagen, en la esquina del edificio, vemos una parte de un cartel comercial. Este se corresponde a la panadería ‘Blayet‘, situada en este local en los años 50, famosa por haber patentado en España la marca Bimbo para sus panes, con un diseño realizado por Abad Segura. En el año 1963 llegó la ‘auténtica’ Bimbo al país, recordando que patentó su marca en 1937 para todo el mundo, pero como España estaba en guerra en ese momento, no se hizo efectivo. El conflicto se solucionó con la marca entregando un millón de pesetas al propietario de la panadería.

Autor: Abad Segura

Puede que en este mismo edificio se situara desde el siglo XVI el llamado «Forn del Raval Nou» que podemos encontrar en el Llibre de la Peita, lo cual explicaría que hasta el siglo XX se utilizara como horno o panadería. Este edificio se demolió en los años 60-70 para dar paso a un edificio de viviendas como cualquier otro y que rompe totalmente con la estética de la calle.

Calle de Santa Rita

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La segunda de las calles transversales del llamado Raval Nou comparte el mismo origen que sus vecinas, ya que surgió allá por el siglo XVI en el ensanche de la ciudad por los terrenos que eran «Olivar, Botjar y Olmar» del Convento de San Agustín, y que en sus inicios se llamaba «Arrabalet de Sant Agustí«. En el año 1751, según J.M. Dávila Linares en Evolución Urbana de Alcoy (siglos XIII – XVIII), se pretende construir en las calles de San Mauro y del Tirador, que corresponde con el tramo entre San Francisco y San José, siguiendo en línea recta el trazado ya existente. Hasta el momento, este tramo de las calles era terreno de huertas, que estaría separado de la villa por casas o por una tapia.

El Tirador de paños y la Casa de la Bolla

Fuente: Museu Arqueològic Camilo Visedo

Al poco de edificar este nuevo barrio, en el año 1572 se establece en la «Casa del Ofissi» la Fábrica de Paños de Alcoy, y en el año 1590 se decide construir detrás de dicha casa el Tirador o tendedero de paños que ocuparía la manzana entre San Francisco, Santa Rita, San José y San Mateo. La Casa de la Real Fábrica perduraría hasta el año 1787, cuando se reedifica en el mismo lugar que la antigua y hecha de sillería. Al mismo tiempo, se edificó a su lado la capilla del patrón del gremio textil, San Miguel, que fue restaurada en 1890. Para el año 1800, ya se había convertido en la Real Fábrica de Paños de Alcoy, y en el año 1875 se reconstruye de nuevo la «Casa de la Bolla«, como se llamaba a su sede.

Es en este año que podemos observar en el plano parcial los edificios de la Casa de la Bolla, números 19 y 21; y de la Iglesia de San Miguel, con el número 23. En el plano general del Proyecto de Ensanche de 1875 vemos también cómo el Tirador de paños ha desaparecido, habiéndose construido nuevas viviendas en la calle San José, además de estar casi acabada la prolongación del Tap hasta esta calle. También aparece una segunda alineación, pintada en azul, que dota a la calle de unos 6 metros de ancho, en vez de los 4,42 que tenía ya. Con la previsión de prolongar la calle hasta la de Casablanca, seguramente se decidió darle más anchura a Santa Rita, ya que pasaría a ser un eje transversal a todo el barrio una vez cruzara todo el Círculo Industrial para llegar a la entonces reciente calle Casablanca.

Año 1864

Sin embargo, podemos servirnos de otros planos antiguos para comprobar la extensión de este tendedero de paños. Para hacernos una idea de lo mucho que perduró este tendedero, cuando se vendieron sus terrenos a partir de 1871 y los propietarios decidieron retirar un metro la línea de fachada con respecto al antiguo muro, el Ayuntamiento declaró que hasta entonces nadie había pensado que dicho muro sería derribado algún día.

Calle del Tap

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Esta pequeña calle es la tercera y última de las transversales a San Francisco. Se formó en el siglo XVI-XVII, y sería probablemente la última de las tres en completarse, al situarse más alejada que el resto del centro antiguo de la villa. A mediados del siglo XVIII se llama de San Felipe Neri, aunque ya se llamaba popularmente ‘del Tap’. Según Abad Segura en Alcoy, sus calles y su historia, este nombre viene de que estaba cerrada por una parte, como si fuera un tapón, aunque ya en el siglo XVII se le llama de esa manera y tanto la calle Santa Rita como San Mauro también estaban cerradas, como hemos visto antes.

La calle sin abrir

Como indica su nombre, esta calle estaba «cerrada» por uno de los lados en la antigüedad, ya que al llegar a la calle San Francisco la vía terminaba. A partir de ahí se encontraba el Tirador de la Real Fábrica de Paños de Alcoy, que ocupaba desde la calle Santa Rita hasta la de San Mateo, y se estableció en ese lugar al poco de formarse el nuevo ensanche, en el año 1590. Por tanto, no dejó lugar a que la calle el Tap se alargase hasta la calle San José en el siglo siguiente, como sí hicieron las calles Santa Rita y San Mauro.

El resultado es que esta calle permaneció con la mitad del recorrido que tiene hoy día hasta finales del siglo XIX, cuando los terrenos del Tirador se vendieron para construcción de viviendas. En los planos de 1836, 1859 y 1864 podemos comprobar la forma de la trama urbana en este sitio, y cómo el Tendedero de paños obstaculizaba el camino para ensanchar esta calle.

En el plano parcial de 1849 ya se proyecta la prolongación de la calle del Tap, aunque parece más bien una entrada al Tirador, por el texto que le acompaña y por el hecho de que en el plano de la calle San José no aparezca esta prolongación al otro lado del Tirador.

Sin embargo ya en el año 1875, a pesar de que ni en el plano parcial del Tap ni en el de San Francisco aparece representada esta prolongación, sí se dibuja en el plano general.

Además, solo cuatro años después de que se vendieran los solares del tendedero, ya se ha construido más de la mitad de la calle del Tap desde San José, faltando solo que se demolieran las casas en la calle San Francisco que cerraban la prolongación. Por tanto, pocos años después ya se había completado la calle del Tap, incluso más allá de San José, pues ya estaba edificada la calle actual de Bartolomé J. Gallardo.

La fuente del Tap

En el plano de 1875 vemos adosada a una de las casas que hacen esquina con San Nicolás una pequeña fuente. Cortés Miralles explica la curiosa historia de esta fuente, que está relacionada también con la Placeta de la Creu Roja.

Proyecto de la fuente

El propietario de la casa 40 de la calle San Nicolás, Guillermo Gosálbez, se quejó al Ayuntamiento en 1866 de que la fuente que estaba junto a su edificio ya no era de utilidad pública (muchas casas ya tenían fuente particular) y además dificultaba el tráfico y provocaba humedades en su casa. Por ello propuso, a cambio de librarse de mantener la fuente, construir una nueva en la placeta de San Francisco que sirviera para embellecer la plaza y como depósito de riego. Los vecinos de la calle rechazaron la propuesta, así que Gosálbez se mostró dispuesto a pagar una pequeña fuente de vecindad, hecha de hierro. Tampoco quiso nadie ubicarla en su fachada.

El señor Gosálbez presentó un plano del proyecto de fuente que pretendía construir en la Placeta, que la comisión de fuentes y cañerías aprobó que se llevara a cabo el 22 de octubre de 1866. Cuando los vecinos se enteraron, acudieron al Gobierno Civil de la provincia para que anulara el acuerdo. Ya se había construido el primer cuerpo de obra de la fuente cuando el gobernador comunicó que se suspendieran las obras hasta que se solucionaran las reclamaciones de los vecinos.

En noviembre del 67 el Ayuntamiento resolvió que el alcalde anterior indemnizase al señor Gosálbez por los gastos de la fuente que no se terminó. Entre 1868 y 1884 se sucedieron los acuerdos y desacuerdos en cuanto a la indemnización que se debía pagar, quién debía asumir responsabilidades y sobre la demolición o no de la fuente, que finalmente sí ocurrió.

De esta manera, después de más de 11.000 reales de coste para el Ayuntamiento y 18 años de proceso, la pequeña fuente de la calle del Tap siguió adosada a la casa número 40 de San Nicolás, y ha permanecido hasta nuestros días.


Con esto terminamos esta entrada sobre las calles que forman el llamado Raval Nou. En la siguiente entrega veremos las dos grandes calles que se encuentran junto a las que hemos visto hasta ahora, es decir, las calles de San José y de San Mateo.

Ver la siguiente entrada: Las calles de Alcoy en el siglo XIX (IV)

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