El Plano General de Ensanche de Alcoy (II): Santa Rosa
Esta es la cuarta entrega de la serie de publicaciones sobre el Proyecto de Ensanche y Rectificación de Alcoy de 1875. Si no has visto las anteriores, aquí las tienes:
- El Plano de Alineaciones de Alcoy de 1849 y sus antecedentes
- Proyecto de Ensanche y Rectificación de Alcoy: los planos
- El Plano General de Ensanche de Alcoy (I): el Centro Histórico
En la anterior entrada vimos en detalle el Plano General de la ciudad en 1875, centrándonos de momento en la zona centro, sus arrabales, murallas, ensanches… Ahora vamos a empezar a hablar de las zonas donde se proyectó el nuevo ensanche de Alcoy, lo que hoy son los barrios de Santa Rosa y l’Eixample. En esta entrada nos centraremos en el primero de ellos.
Santa Rosa
La segunda zona de ensanche de la ciudad fue proyectada en la entonces llamada «Partida de Riquer», que se extendía desde el paseo de Cervantes hasta la montaña de San Cristóbal, y entre el Barranquet de Soler y el de Trencacaps por los lados. Esta zona de huertas y masías se empezó a urbanizar hacia mediados del siglo XIX, cuando se construyeron la ya mencionada carretera de Xàtiva a Alicante (Alameda) y el puente de Cristina, el primer gran puente de la ciudad de Alcoy.
El Camino antiguo de Madrid y la ermita de San Roque
Antiguamente por esta partida cruzaba el antiguo camino hacia Madrid, que salía desde la puerta de San Roque, cruzaba por el puente del mismo nombre (el antiguo, no confundir con el actual) y subía por donde hoy está el centro comercial Alzamora. Dejando a un lado la plaza de toros, el camino pasaba cerca del Hospital de Oliver para llegar hasta la rotonda del Collao. De ahí, bordeaba el actual Parque de Batoi para salir por la carretera antigua del Salt.
En el transcurso de este camino, antes de llegar a lo que fue Cuartel de Infantería, se hallaba desde el siglo XVIII la ermita de San Roque. Este templo fue levantado en el siglo XVI como agradecimiento por no haber sufrido las pestes de los años 1489 y 1547-1549. Fue en 1559 cuando se construyó la primera ermita a San Roque y San Sebastián, en lo que hoy es la calle Nofre Jordá, antigua Plaza de Toros. No obstante, esta ermita fue destruida completamente durante la Guerra de Sucesión, a principios del siglo XVIII. Poco después se decidió construir una nueva ermita más cercana a la población, siendo el lugar escogido el que podemos ver en el mapa, delante del cuartel y mirando hacia la ciudad. El fin de esta segunda construcción llega en 1920, cuando por necesidad de ampliar el Cuartel de Infantería, se cede la ermita para construir en su solar dicha ampliación. Por tanto, se hizo necesario buscar un nuevo emplazamiento, siendo este el que todos conocemos hoy.
En el plano podemos observar la forma de dicha ermita, con su cruz de piedra representada como un pequeño círculo a la entrada desde el camino antiguo de Madrid. Era de construcción bastante simple: un cuerpo central rectangular con una cúpula octogonal y una cruz de hierro coronándola, y dos espacios laterales menos elevados. Estaba situada en un montículo que sobresale entre el río Riquer y el Barranquet de Soler. Su entrada estaba rodeada de un pequeño murete de piedra en forma de arco, que también servía para contener la tierra que formaba la explanada delante de la ermita, en la que había algunos árboles.
Información extraída de la web de la parroquia de Sant Roc.
Hospital de Oliver
En el plano general vemos la planta del Hospital de Oliver, junto a la carretera a Banyeres, hoy calle Oliver. El origen de este Hospital lo situamos en 1866, cuando muere Agustín Oliver Doménech, un empresario catalán que tenía negocios en Alcoy, entre otras ciudades, y que en su testamento dispuso que el producto de su capital activo se destinara a construir hospitales y casas de beneficencia, entre ellas, el Hospital de Alcoy.
Esto sirvió para mejorar las condiciones sanitarias en la ciudad, pues el Hospital existente entonces era el situado en la Placeta de la Mare de Déu, donde hoy están los juzgados. El terreno donde se construyó se llamaba el «Olivaret del Pare Guillem», y su edificación comenzó en febrero del año 1868. El Hospital se terminó de construir en el año 1877, siendo inaugurado el 30 de junio del mismo año. Resulta curioso pues, que en el plano del Proyecto de Ensanche aparezca el Hospital como completamente construido, ya que si el plano se confeccionó en 1875, aún quedaban dos años para su inauguración. Seguramente, en esas fechas las obras que quedaban por terminar serían en el interior del edificio, ya que en el exterior parece estar todo finalizado.
En dicho plano observamos con detalle los jardines del Hospital, las escaleras de la entrada, una arboleda… La extensión del recinto no se corresponde con la actual, pues cuando se proyectó no existía ningún plan que delimitara las parcelas en esta zona. Ya en 1875 fue cuando se establecieron las nuevas calles y plazas del ensanche, además de ordenar una nueva alineación para la calle Oliver. Según el plano, el muro del Hospital recayente a esta calle estaría a una distancia similar a la de la primera casa de la calle, la que hace esquina con Alzamora, pues ese era el límite de la carretera que pasaba por ahí antes de convertirse en calle. Esta nueva alineación significó que hubo que retrasar el muro unos metros, reduciendo el espacio entre la valla y el edificio. Así, se perdieron unas escaleras que había a mano derecha para bajar a los jardines, así como probablemente unos cuantos árboles a mano izquierda.
Sin embargo, el nuevo Plan de Ensanche cedió más terreno al Hospital del que le quitó. Por la parte de la plaza Gonçal Cantó, se rectificaron los límites añadiéndole superficie al recinto, además de extenderlo hasta la hoy calle Nofre Jordá (XXIX en el plano). De esta forma, el Hospital terminó ampliando sus servicios y expandiéndose más allá de su extensión inicial. De la gran plaza que se proyectó donde hoy está el cruce de Oliver con Santa Rosa, ha quedado una parte de su extensión original. Este espacio proyectado también habría afectado al Hospital de Oliver si se hubiera llevado a cabo, ocupando lo que hoy es una guardería.
El parque en Els Clots y los espacios públicos
Uno de los aspectos por los que se preocuparon los ingenieros Vilaplana y Balaciart fue el de los espacios y parques públicos. Tomando como modelo el ensanche de Ildefonso Cerdá en Barcelona, trataron de imitar por ejemplo el uso del interior de las manzanas como espacios públicos abiertos. No obstante, y como ocurrió en Barcelona, estos patios interiores acabaron empleándose para construir bajos comerciales, garaje e industrias.
Esta degradación de las ideas originales en favor de una mayor edificación y aprovechamiento del espacio también repercutió en las plazas diseñadas a lo largo del ensanche. En esta segunda zona se llegaron a proyectar cuatro grandes plazas distribuidas en diagonal por el ensanche. De ellas, apenas se llegó a realizar una, hoy llamada de Jaume el Conqueridor (XV en el plano), y con una superficie considerablemente menor. El resultado es que este barrio carece de zonas verdes y espacios públicos hoy en día, y se ha construido más de lo que inicialmente se predijo. Para encontrar un parque público de tamaño considerable y en condiciones, nos tenemos que ir hasta el del Romeral, ya fuera del barrio de Santa Rosa.
Uno de los ejemplos de la intención de Vilaplana y Balaciart de crear zonas verdes para recreo es el parque o paseo que proyectaron en la zona de Els Clots, situado a la derecha del puente de Fernando Reig, entrando desde Santa Rosa. A continuación, reproduzco el fragmento del proyecto que aparece en el libro «Crecimiento Urbano de Alcoy en el siglo XIX»:
En primer lugar se pensaba en una escalinata de piedra de sillería para el acceso desde la calle (Oliver). Al propio tiempo, la entrada de carruajes al mismo se puede verificar por la calle XX (Isabel II), desde la cual existe en la actualidad un camino bastante regular que conduce a la heredad de la Beniata (Camino de la Murtera). Ensanchándolo sólo algunos puntos y prolongándolo en una corta extensión, podrían dirigirse por él los carruajes a este Paseo, que, por su situación al abrigo de todos los vientos, constituirá un hermoso sitio de recreo para el invierno.
Puede constar, según hemos dibujado en el plano, de una vía de circunvalación de 12 metros de anchura para el paso de carruajes, con paseos enarenados de 2 metros a cada lado, el contiguo a la parte del jardín con doble fila de arbolado, y el de la parte opuesta con fila sencilla. Otro paseo de 12 metros de ancho separará esta vía de la parte destinada a plantaciones, las cuales podrán dejar un gran salón central de 20 metros de anchura, que vendrá a ser prolongación de la calle XXII (Santa Rosa) y dos laterales de 12 metros cada una, con un cruce en el centro, en el cual se puede colocar una fuente de adorno. En estos paseos deberá plantarse el arbolado correspondiente y se situarán algunos bancos de descanso. Finalmente, el terreno adyacente a este sitio, aunque en él nada se proyecta, podrá destinarse a bosque.
Nada se llegó a realizar de este paseo, perdiendo así una zona verde más en la ciudad.
El cementerio en Batoy
La evolución de los cementerios en Alcoy ya se ha tratado en numerosas ocasiones: primero estuvo situado en la Placeta de la Mare de Déu, después en la Placeta del Fossar, a principios del siglo XIX se trasladó a la parte alta de San Vicente, y por último se estableció en su localización actual a finales del mismo siglo.
Ahora bien, este Proyecto de Ensanche se redactó en 1875, momento en el cual la ciudad se está expandiendo y necesita un crecimiento ordenado. Uno de los puntos en los que se están edificando casas es en la zona de las calles la Sardina y San Vicente, que están bastante cerca del cementerio de entonces (en lo que hoy es el colegio de Sant Vicent). En esto pensaron los ingenieros Vilaplana y Balaciart cuando idearon el ensanche de Alcoy, y propusieron crear un nuevo cementerio en el Collao, junto a la carretera de Banyeres y en lo que actualmente es el Parque de Batoy, y que complementara al existente.
En estas fechas, la barriada de Batoy era muy distinta a lo que podemos ver hoy día, pues apenas estaba formada por tres o cuatro casas, una de ellas llamada «Batoy» precisamente, y que está situada junto a la capilla de San José Obrero. El barrio que hoy conocemos se construyó a partir de los años 40-50, con la llegada de inmigrantes para buscar trabajo en la industria. Las antiguas casetas que formaban el barrio aún perviven, y están situadas a la antigua salida hacia Banyeres, al oeste del actual barrio.
El cementerio proyectado estaría situado en lo alto de la colina, y tendría una ermita y un osario. Estaría dividido en una zona de «entierros generales«, más cercana a dicha ermita, otra zona de «nichos» y por último un sector para los panteones, junto a la entrada del cementerio por el lado sureste. También se proyectó un camino que empezaba delante del campo de fútbol y de ahí bordeaba la colina hasta la entrada.
Finalmente no se siguió adelante con este proyecto, pues como explica Cortés Miralles en su libro «Crecimiento Urbano de Alcoy en el Siglo XIX»:
La comisión nombrada para intervenir en todo cuanto se relacionara con el citado proyecto de ensanche, […] convocó a la Junta Municipal de Sanidad, llegándose a la conclusión de que el emplazamiento en el Collao no era correcto, porque estaba en la dirección de los vientos reinantes, y además porque, si entonces quedaba lejos de la ciudad, no lo estaría cuando se construyera el ensanche.
Por ello, la Junta propuso el nuevo emplazamiento cerca del cerro de Cantagallet, que es el que conocemos hoy día. En el plano, al no llegar a aparecer esa zona, se indicó esta corrección con dos rectas que parten desde el «Clot de Don Nicolás» y desde el «Pago Vicedo», con la orientación expresada en grados y minutos, y en cuya intersección se debería construir el nuevo cementerio.
Una de las consecuencias de este nuevo emplazamiento, ya se comentó en la anterior entrada, y fue la necesidad de abrir un camino alternativo entre el Hospital de Oliver y el nuevo cementerio, que no cruzase toda la ciudad. Como resultado, se terminó abriendo el camino de la Beniata (calle Alicante), aunque en un inicio se pensó un recorrido bastante diferente al actual, que podéis ver en la entrada anterior a esta.
En la siguiente entrega comentaremos los detalles de la tercera zona del ensanche, es decir, el barrio de l’Eixample. Además, cerraremos el comentario del plano general con la Zona Norte y el Molinar.
Ver la siguiente entrada: El Plano General de Ensanche de Alcoy (II): l’Eixample
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