Las calles de Alcoy en el siglo XIX (VII)
Esta es la duodécima entrega de la serie de publicaciones sobre el Proyecto de Ensanche y Rectificación de Alcoy de 1875. Si no has visto las anteriores, aquí las tienes:
- El Plano de Alineaciones de Alcoy de 1849 y sus antecedentes
- Proyecto de Ensanche y Rectificación de Alcoy: los planos
- El Plano General de Ensanche de Alcoy (I): el Centro Histórico
- El Plano General de Ensanche de Alcoy (II): Santa Rosa
Hoy vamos a ver cómo eran las calles Mosén Torregrosa, San Juan, Barbacana y Tio Caram en el siglo XIX, según los planos que tenemos, principalmente los planos de 1849 y 1875. Todas estas calles pertenecen al llamado Raval Nou, que comenzó a formarse en el siglo XVI y comprende además las calles de San Nicolás, San Francisco y San José. Sin embargo, parte de las calles San Juan y Barbacana se construyeron más hacia el siglo XVIII, como veremos a continuación.
Calle del Vall
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Así se llamó durante mucho tiempo a esta calle que bordeaba el convento de San Agustín hasta su desaparición. Esta calle parte de la Placeta de les Gallines, entonces llamada del Portal Nou, y era el camino de salida desde el Raval Vell hacia el sur. Su nombre viene desde el nacimiento de Alcoy, pues al construir el palacio de los Lauria (que se acabaría convirtiendo en el convento de San Agustín) se decidió hacerlo cerca del llamado «Vall de la Ma Peluda». De hecho, la calle Ambaixador Irles se llamó hasta el siglo XVII «de la Mà Peluda», indicando más o menos el recorrido de ese antiguo «Vall».
Su anchura, al igual que la del primer tramo de San Lorenzo, se podría explicar por la existencia de un foso que rodeaba el convento por los tres costados que no estaban rodeados de edificios en la Edad Media, que hoy son la Plaza de España, San Lorenzo y Mosén Torregrosa.
Con la llegada del siglo XIX, en 1836 se desamortizan los bienes del convento de San Agustín, y se derriba toda la manzana que ocupaba, excepto la iglesia. En su lugar se edifican viviendas, la nueva Casa Consistorial y un teatro. La calle del Vall pasa a albergar los nuevos edificios que se encuentran junto al mercado instalado en la Plaça de Dins, y toma una mayor importancia.
En los planos de 1849 y 1875 vemos la entrada a este mercado, que es más bien la continuación de la calle de San Juan. En el primero se encuentra rotulada como «Calle nueva del Mercado«, indicando el poco tiempo que lleva existiendo. En 1875 se le llama «Paso a la Plaza de la verdura«, y también vemos el hueco que aún hoy existe en el lado izquierdo y que da paso a la parte trasera del Principal. Una línea de puntos indica el comienzo de la Plaça de Dins desde esta entrada.
La otra peculiaridad que indican los planos parciales es la alineación de la parte de la calle que da a la Placeta de les Gallines. Aquí el lado derecho de la calle hace un giro, que se intenta corregir tanto en 1849 como en 1875, y que hoy en día no se ha solucionado por completo, pues las dos casas desde la esquina con la calle l’Escola sí han sido alineadas, pero los números 18, 20 y 22 del plano de 1875 continúan en su forma original.
Calle de San Juan
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Esta calle fue en su día la que conducía a la salida de Alcoy por el oeste, cosa que más tarde haría la calle San Lorenzo. Hasta aproximadamente el siglo XVIII, solamente llegaba hasta la altura de San José, pues la muralla que cerraba la ciudad partía desde la torre del Postic o de la Andana y seguía el recorrido de la calle San José hacia arriba. Por tanto, la mitad de la calle es de construcción más reciente. Si nos fijamos en el plano de 1836, veremos que la manzana entre San Juan (n.23), Barbacana (n.9) y San José (continuación del n.15) está completamente construida, pero en su lado izquierdo una vez pasado San José, lo que hay es un tramo de muralla, seguramente de reciente construcción.
Els Porxets
En el extremo de la calle existía el portal de San Juan, al que se accedía desde la calle Barbacana por medio de un pasaje cubierto llamado «els Porxets«, situado en la planta baja de la última casa de la calle. Un documento de la Comisión de Policía Urbana (A.M.A. 5678/67) del año 1820 nos explica la utilidad de este pasadizo:
Juan Mira, Vicente Moltó, José Botella, Gregorio Llorens y Antonio Tort, vecinos de la presente Villa de Alcoy a V.S. atentamente dicen:
Que tienen sus casas de morada en este poblado, calle de la Barbacana, y los exponentes y todos los demás habitantes en dicha calle se hallan en la mayor opresión por el desvío que sufren de tener que rodear por la calle de San Juan para salir al campo los jornaleros, los tejedores para tender los estambres, las mujeres para salir al horno, y a lavar al río, y en fin todos los que tienen que practicar varias diligencias por aquel barrio exterior, con motivo de hallarse cerrada la Puerta de la Barbacana, llamada els Porchets que ha dado siempre paso a todos los vecinos de esta Villa.
Este tránsito se ha practicado de inmemorial, sin que se haya suprimido más que en las temporadas de contagio, porque se ha considerado indispensable y preciso para el libre paso de las gentes; y persuadidos los exponentes que V.S. estará convencido de esta necesidad.
Por tanto, a V.S. rendidamente suplican se sirva disponer, que se abra la referida Puerta de la Barbacana, para que puedan salir y entrar los vecinos de esta Villa, y especialmente los de dicho barrio, pues a más de ser Justicia lo recibirán por gracia y favor de V.S.
Alcoy, 6 de Noviembre de 1820
A lo que la «Junta de Hospital» respondió:
Que se disponga a la mayor brevedad posible la extracción de la madera que hay en dicho punto; y que verificado se ¿debe? una puerta para cerrar la entrada cuando convenga al Gobierno.
Vemos que esta salida era necesaria, puesto que sin ella la calle Barbacana se convierte en un callejón sin salida. Se supone que esta puerta fue cerrada en la Guerra del Francés, en el año 1812, ya que si ha estado «abierta desde tiempo inmemorial», hacía poco que se cerró en la fecha que se escribió ese documento.
Según el estudio arqueológico llevado a cabo por Gabriel Guillem, se determinó que este pasaje surgió a mediados del siglo XVIII, cuando la villa se fue expandiendo hacia el Barranc de Na Lloba, y se hizo necesario conectar las calles de San Juan y Barbacana. El pasadizo pudo utilizarse como puerta de entrada, situada junto al Portal de San Juan, pero a principios del siglo XIX se cegaron los arcos con fines defensivos y se levantó un muro que formó un camino alternativo por fuera de «els Porxets». Esta construcción se quedó incluida en los edificios de viviendas que se fueron edificando, hasta que recientemente se demolieron, dejando solamente parte de la planta baja rodeada de escombros como testimonio de esta antigua entrada a Alcoy.
La salida al campo
Volviendo a la calle en sí, en el plano de 1849 podemos observar el portal de San Juan, que tenía una forma similar a otros portales, no era muy ancho ni tenía cuerpo de guardia, sino que parece ser más un control de entrada a la ciudad. En el año 1875 ya no vemos esta puerta, que sería derribada para mejorar la salida al nuevo barrio de Santa Elena.
De hecho, antes de la construcción del ensanche hacia el puente de Cristina, esta era la salida hacia el oeste. El camino que salía desde el Portal de San Juan se adentraba en el Barranc de Na Lloba, cruzando un pequeño pontón (según Dávila Linares, Crecimiento Urbano de Alcoy Siglos XIII-XVIII) para entrar en la partida del Pla, por lo que hoy son las calles Sant Jordi, Bisbe Orberá, etc. En un momento dado, el camino se bifurcaba, yendo un ramal hacia la partida de los Tintes y el otro en dirección sur, hacia la partida de las Ombrías (Salesianos). Todo esto cambió al urbanizarse la zona a partir de los años 1840, como ya vimos en la entrada de la calle Santa Elena.
Fue entonces cuando se abrió un nuevo camino, fruto del terraplenado del Barranc de Na Lloba, que unía esta calle con el nuevo Parterre, y que se nombró simplemente «Bajada de San Juan«. El trazado que seguía era diagonal, desde la embocadura de la calle hasta la esquina de la hoy Avenida País Valencià con el Parterre:
Calle Tio Caram
Esta cortísima calle, llamada así desde el año 1989, siempre ha estado mezclada con las dos calles que la rodean, que son las de San Juan y Barbacana. Por la poca entidad que tiene, en ocasiones se ha incluido dentro de la propia calle San Juan, y en la mayoría de veces, simplemente se ha dicho «Frente de San Juan» o «Travesía de San Juan». En el plano de 1849 la vemos nombrada de esa forma, como «Travesía», aunque tiene su plano propio. Esto no ocurre en el plano de 1875, en el que se agrupan las calles San Juan, Barbacana y «Frente San Juan».
Poco se puede decir sobre esta calle, ya que no tiene historia propia, sino que es la misma que las de su entorno.
Calle Barbacana
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Ya el nombre nos dice que en la hoy derruida calle Barbacana se encontraba la muralla que cerraba el Raval Vell (entonces Pobla Nova de Sant Jordi). Es una calle que hacía de división entre el barrio viejo y el nuevo a partir del siglo XVI, cuando se empieza a edificar. En el año 1620, a causa de los fuertes terremotos sufridos en la villa, se derrumbó parte de la muralla del Portal Nou, que es precisamente la que lindaba con esta calle. Se reconstruyó rápidamente, y el sitio que ocupaba el Portal se convirtió en la Placeta de les Gallines. Fue una calle de gran popularidad para edificar, que siempre se ha llamado de la misma forma aunque oficialmente en el siglo XVI se la impuso el nombre de la Virgen del Rosario (había una capilla en la esquina de la calle l’Escola dedicada a esta virgen).
Revisando el plano de 1849 de esta calle, nos damos cuenta de lo irregulares que son sus líneas de fachada, lo cual se intenta corregir mediante nuevas alineaciones. El pico saliente que hay hacia la mitad de la calle aún existía en el momento de derribar los edificios, y todavía hoy podemos ver el rastro que dejó en la acera.
Hacia el final de la calle, esta se vuelve más estrecha, hasta llegar al sitio en el que estaban los ya mencionados «Porxets«. Aquí lo que podemos intuir es que la calle en sí estaba cerrada al final, pero la salida se hacía atravesando la planta baja de la última casa del bloque, en la que estaba el pasadizo que comunicaba con la puerta de San Juan. En un momento dado, se cierra la puerta, quedando sin salida por esta parte (como decía el documento citado antes), y cuando se reclama la apertura de nuevo, se crea un camino alternativo por delante de los Porxets, y que necesita de un muro de contención. Sin embargo, la estrechez sigue ahí, dejando un paso de apenas un metro al final de la calle.
Si pasamos a 1875, vemos que algunas casas del lado derecho ya se han ajustado a la nueva línea, pero las del lado izquierdo (que son las causantes de la estrechez) siguen igual. Aquí se proponen dos alineaciones para solucionar el problema: una en rojo, que debe ser la misma que se propuso en 1849; y otra en azul, posterior a la elaboración del Proyecto de Ensanche, y que establece un ancho mucho mayor, igual al que hay en el cruce con la calle San José.
Al final se debió ejecutar la línea original, con lo que aún permaneció ese estrechamiento hasta que se demolieron las casas de la calle a partir de los años 80. Hoy en día ya ni permanece el edificio que albergó el paso «dels Porxets», y lo único que podemos ver de esa pieza de la historia alcoyana es la fachada de la planta baja, rodeada de escombros.
Por último, vale la pena comentar que en 1875 se proyecta la prolongación de la calle San José hasta la calle San Agustín, lo que hoy es la Placeta les Xiques. En la reforma de la zona de los años 80 se llevó a cabo esta conexión mediante un túnel que conecta los dos espacios por unas escaleras, delante de la embocadura de la calle San José.
Con esto terminamos esta entrega sobre las calles del Vall, San Juan, Barbacana y Tio Caram a través de los planos del siglo XIX. En la próxima entrega entraremos ya en el barrio del Raval Vell, e intentaremos reconstruir su aspecto sobre los planos que tenemos.
Ver la siguiente entrada: Las calles de Alcoy en el siglo XIX (VIII)
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