¿Era posible librarse de la mili por incontinencia en 1794?
Hoy presento una entrada algo distinta al resto de las que he publicado en este blog. Revisando los expedientes de reemplazo del ejército de finales del siglo XVIII he encontrado un curioso expediente en el que un joven llamado Josef Barberá de Bautista trató de ser considerado inútil para el servicio militar que le tocó por sorteo en el año 1794. Para ello, alegó problemas de incontinencia de orina, lo cual fue recibido con escepticismo por las autoridades, que abrieron expediente para determinar si era cierto o no. En Alcoy, ante el juez Pedro Luis Semper y Galiano y transcrito por el escribano Francisco Pérez quedó registrado dicho expediente. El documento en cuestión se encuentra en el Archivo Municipal, pero se puede consultar en formato digital en la web de FamilySearch.
El expediente se inicia el 25 de junio de dicho año. En primer lugar, se establece que la decisión de considerar inútil o no a Josef queda en suspenso hasta la resolución del expediente. Se detalla el episodio que dio lugar al diagnóstico de incontinencia, y el dicho Josef indica sus testigos para corroborarlo.
A Josef Barberá se le suspende la decisión, si es útil o inútil, respecto a que se le ha encontrado con los calzones y camisa mojada, por orinarse involuntariamente, por lo que está muy escaldado, de esto deberá librarse de su Pueblo una plena justificación de hombres fidedignos y de los físicos que le han manejado.
Con cuyo motivo se ha regresado a esta villa el citado Josef Barberá […]. Quien en su virtud dijo que el médico que ha ido a su casa es el Dr. D. Josef Pérez, y los cirujanos son Thomas Barrachina y Bartholome Selva. Y las personas fidedignas que están enteradas de su accidente y señala para que lo declaren son Josef Vilaplana, Jaime Monllor Fabricantes de paños, y Vicente Lario cardador todos vecinos de esta villa […].
Después, declararon estos testigos y los «físicos» (médicos) que le reconocieron de nuevo.
Declaración de los físicos. […] Que jamás han visitado a este ni aún conocido. Y habiéndole registrado secretamente manifestaron haberle hallado mojados los calzones y los faldones de la camisa, sin poder decir otra cosa más en razón del accidente de que se trata […].
Testigo Josef Vilaplana. […] Que la semana misma que cayó Quinto dicho Barberá había entrado este en la casa del testigo a cardar y como antes no le conocía, nada puede decir acerca del accidente de que se trata. […]
Testigo Vicente Lario. […] Que el testigo ha cardado tres temporadas en casa del padre de Josef Barberá, en las dos primeras era este todavía niño y oía quejar a sus padres por el accidente de flojedad de orina que padecía, el cual observaba también el testigo. En la última temporada en que este ya era casado y el citado Barberá mozo, lo oía quejar al mismo del propio accidente, pero esto hace algo mas de cuatro años, desde cuyo tiempo nada sabe. […]
Testigo Jaime Monllor. […] Que este ha trabajado como cosa de medio año en la casa del testigo hasta la semana antes del sorteo y nunca le ha manifestado ni ha sabido cosa alguna acerca del accidente de que se trata, hasta que habiendo vuelto de Valencia le preguntó el testigo la misma noche que llegó por qué causa se había liberado de servir al Rey, y él le respondió que por flojedad de orina. Y uno que estaba allí y no tiene presente quién era dijo que las mujeres lo habían encontrado en la ropa. […]
Una vez tomada declaración, intervienen los que actuarían como abogados o «interesados en la presente quinta», defendiendo la falta de pruebas por parte de Josef Barberá. Vienen a argumentar que ni la petición de exención se realizó en plazo ni los testigos que aporta afirman que en efecto sufra de incontinencia.
Antonio Casa y Joseph Olzina interesados en la presente quinta […] decimos: que habiendo resultado Joseph Barberá de Bautista soldado por suerte, fue remitido a la capital por el comisionado que destinó el juzgado, y reconocido, se suspendió su admisión por habérsele encontrado con los calzones y camisa mojada muy escaldado por orinarse involuntariamente, y era precisa plena justificación de los físicos y hombres fidedignos de esta villa que le han manejado […].
No consta que Joseph Barberá haya alegado esta excepción en termino hábil, prueba eficaz de que no le compete.
Se le manda diga los físicos de su cabecera y las personas fidedignas que sepan su accidente. Nombra a unos y otros, pero los físicos que elige dicen que no lo han conocido, prueba eficaz de que su aserción es impostura. Las personas fidedignas que cita tampoco convencen, pues el primero dice que no lo conocía hasta que cayó Quinto, y no puede decir de su accidente. El segundo dice algo de más de cuatro años atrás, desde cuyo tiempo nada sabe. Y el tercero dice que, habiendo trabajado en su casa como medio año hasta el sorteo, nada ha sabido de su accidente, ni menos lo manifestó hasta su regreso de Valencia.
Es de admirar particularmente que los físicos de cabecera nombrados por el mismo ignoren esta cualidad. Y siendo presumible una suposición para librarse de la suerte que le ha caído, no puede diferirse a ella por tan corta justificación, mayormente concurriendo la prueba en contrario que ofrecemos de sus mismos amigos, con quienes ha tratado y dormido alguna vez de año y medio hasta ahora, y con esta familiaridad no haber sabido, oído decir, ni aun al mismo, semejante accidente, que es una Real prueba de que no lo padece.
Pedimos y suplicamos […] se le declare no exento […].
Para completar su argumentación, incluyen las declaraciones de dos testigos, amigos de Barberá.
Testigo Antonio Matarredona. […] Que por espacio de un año con poca diferencia a esta parte es amigo y compañero de Josef Barberá de Bautista, andando frecuentemente en su compañía, y no le ha oído decir ni el testigo ha observado que padezca el accidente de incontinencia de orina de que se trata ni tampoco habiendo dormido con él en una misma cama cierta noche, en cuyo lance hace memoria el testigo que no se quitó los calzones ajustados que llevaba. […]
Testigo Miguel Pérez. […] Que de un año y medio a esta parte es amigo y compañero de Josef Barberá de Bautista, andando juntos con frecuencia y jamás ha visto ni observado que padezca el accidente de incontinencia de orina de que se trata, ni aun tiene señal alguna para sospecharlo sin embargo de haber dormido con él cierta noche, ni el mismo Barberá lo ha manifestado jamás, lo que podía haber hecho en virtud de la confianza con que mutuamente se tratan.
Con estas declaraciones finaliza el expediente y, aunque no se incluye aquí la resolución definitiva, es de suponer que sería denegada, ya que incluso los testigos aportados por Josef Barberá niegan que este sufriera de la incontinencia que alega, por lo que su caso no era muy sólido. O como dijeron los señores de la acusación, «su aserción es impostura».
No es desde luego el único expediente sobre jóvenes que trataron de evitar el servicio militar, ya que historias como estas las hay hasta hace bien poco. No obstante, es interesante ver hasta qué punto estaban dispuestos algunos para evitarlo ya incluso en el siglo XVIII, pues desde su implantación hasta su suspensión en el año 2001 estos reclutamientos obligatorios han sido impopulares.
Cita del expediente en FamilySearch:
«España, Provincia de Alicante, registros municipales, 1762-1921,» database with images, FamilySearch (https://familysearch.org/ark:/61903/3:1:939D-XW9F-33?cc=2014774&wc=389Z-FM9%3A333264402%2C333264403%2C333352701 : 21 May 2014), Alcoy > Alcoy > Expedientes de Quintas 1762-1799 > image 661 of 812; archivos municipales, Alicante (municipal archives, Alicante).
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